Para este
ejercicio mixto, en el cual podíamos colocar en la parte interior la imagen que quisiéramos,
retomé la idea del corazón, porque lo sentía pendiente y habían llegado nuevos
esmaltes rojos y también yo había empezado a pintar sólo sobre esmaltes extremadamente blancos, ideal para ilustraciones de muchos matices.
En esta pieza el tamaño del corazón es menor
que los ejemplos anteriores, pero siento que ha podido rescatar la esencia del órgano,
me gusta el efecto logrado por que veo que el realismo también puede ser una opción
en la cerámica. Y en el caso de esta pieza puntual me gusta el contraste que se
da entre el realismo del objeto central y lo sensible y sencillo del mensaje,
creo que funciona.